AGRESIÓN PSICOLÓGICA UNAS DE LAS PRINCIPALES FORMAS DE VIOLENTAR
REPORTAJE ESPECIAL
Texto: Alejandro Lura
Fotos: Mentes Mexicanas
Mientras la violencia intrafamiliar ha sido ampliamente documentada en mujeres, hay un sector de la población que sufre en silencio: los hombres. Estigmas sociales, miedo al ridículo y falta de apoyo institucional han invisibilizado esta problemática, que, aunque menos frecuente, es real y devastadora.
Estadísticas que rompen el estigma
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y estudios del Instituto Nacional de Salud Pública, cerca del 25% de las denuncias por violencia intrafamiliar en algunos estados de México fueron realizadas por hombres. Los tipos de agresiones más comunes incluyen violencia psicológica (insultos, humillaciones, control excesivo), violencia física, e incluso violencia económica, donde los varones son privados de recursos por sus parejas.
El silencio como condena
Los expertos señalan que la mayoría de los hombres que sufren violencia no lo denuncian. Las razones son múltiples: miedo a no ser tomados en serio por la policía, vergüenza ante familiares o amigos, y una cultura que asocia la masculinidad con la invulnerabilidad.
“Me golpeaba, me gritaba que no servía para nada, pero cuando lo conté, se rieron. Me dijeron que eso no le pasa a un hombre de verdad”, confiesa Miguel, un profesor xalapeño de 37 años.
Falta de apoyo institucional
Pese al avance de las políticas públicas de protección a la mujer, los servicios dirigidos a hombres víctimas de violencia son casi inexistentes. En muchos municipios no hay albergues ni líneas de atención específicas y los funcionarios están poco capacitados para identificar a un varón como víctima de maltrato.
“No supe a quién acudir. Me mandaban de un lugar a otro y nadie me creía”, narra Alejandro, padre de dos hijos, quien sufrió años de abuso emocional.
¿Qué se necesita?
Especialistas en género y derechos humanos coinciden en que se necesita:
- Campañas públicas que visibilicen la violencia hacia los hombres.
- Espacios de atención psicológica y legal accesibles y con enfoque sensible al género.
- Educación emocional desde la infancia para prevenir dinámicas violentas en ambos sexos.
- Reformas legales que garanticen la equidad en la protección de todas las víctimas.
Reconocer para sanar
La violencia intrafamiliar hacia los hombres es una realidad que, por años, ha sido ignorada. Reconocer su existencia no minimiza la lucha de las mujeres, sino que amplía el enfoque de la justicia y la empatía porque una sociedad verdaderamente justa protege a todas sus víctimas, sin importar el género.
Si tú o alguien que conoces sufre violencia intrafamiliar, no estás solo. Hablar es el primer paso hacia la libertad.




